sábado, 27 de noviembre de 2010

Premios Octubre. El caso Alcàsser. Los medios hasta el cuello



Joan Oleaque, periodista de El País habla con Marià Sánchez Soler, novelista y periodista de Información, alma de Alicante Negro. El tema aborda el proceso de los medios de comunicación a raíz del Caso Alcàsser.



La aparición de la televisión privada a los años noventa impacta violentamente contra elperiodismo: la crónica de cariz político que predominó durante la transición es sustituida por el formato de tema humano del programas de éxito y con voluntad de servicio público, como Quién sabe dónde, de Paco Lobatón y De a , de Nieves Hererro.

La conmoción social por el descubrimiento de los cadáveres de las niñas de Alcàsser fue enorme, porque habían llegado a ser muy conocidas. El golpe de mano dado por el programa de Nieves Herrero avanzándose a Paco Lobatón al cubrir el hecho fue magistral, pero el espectáculo de la mostración pública del dolor, cuatro horas de vomitiva evisceración en el Auditorio Musical de Alcàsser, pasó a ser un escándalo público dentro del mundo periodístico.

Rueda la cabeza de Nieves Herrero, pero en general todos los medios acaban yendo a descubrir las vísceras de la noticia, en primer lugar porque 17 millones de espectadores que había conseguido Herrero no era una cifra a despreciar, en segundo lugar, porque elprocedimiento policial de los casos era demasiado complicado porque los periodistas mantuvieran el interés.

Entonces aparece el padre de una de las niñas poniendo en entredicho la investigación. Al formar parte de la acusación particular, se convierte prácticamente en la única fuente de información continua de los periodistas. El hecho de focalizar la atención de los medios atrae una serie de periodistas que ven una oportunidad de sacar tajada económica, hasta el punto que por seguir engordando la maquinaria se inventan la teoría conspiratoria, que divulgan a otros medios y programas rosa, como Tómbola o Q me dices, y que implican a altos cargos del gobierno socialista en una supuesta trama de trata de blancas y sadismo.

Otros casos de denominada, como el de los marqueses de Urquijo, constatan la evolución del periodismo hacia el espectáculo. De la investigación con rigor se ha pasado a la información basada en la opinión, hasta el punto que el mismo concepto de verdad está poniéndose en entredicho. En definitiva, dicen los ponentes, una de las peores épocas para el periodismo de toda la historia.

martes, 2 de noviembre de 2010

Crónica en el Encuentro de Escritores de Novela Negra, Valencia.



Mesa redonda: La novela negra hoy, miércoles, 27 de Octubre.
Moderadora: Yema Pascual
Ponientes: Gregori Royo, Jordi Pijoan, Jaume Benavente.


Lo explicaba muy bien Gema Pascual: tenemos tres novelas muy diferentes: la novela de formato clásico, político y nórdico. Todo un lujo por saborear el abanico de matices y diversidad que acoge la novela negra.



Y es que, los tres coincidíamos, la novela negra permite un montón de manifestaciones, tanto como la novela en general. Quizás, dijéramos, te debes ceñir un poco más a las líneas narrativas propias del género (preponderancia de la acción por sobre la descripción, importancia de los diálogos por avanzar la trama, etc.), pero personalmente me parece que esta restricción no es más que un canal que te facilita la comunicación con el lector, una vía rápida directa.

Naturalmente que la novela negra, con su voluntad realista, las tiene todas por ir a los aspectos sociales y de denuncia, Pijoan y nosotros muy bien que lo sabemos y nos aprovechamos para decir lo que pensamos. Pero también, por qué no, transmitir aquello que tan bien sabe hacer Benavente, la composición pictórica, fruto jugoso de una trayectoria artística, para lograr aquello tan difícil que es rellenar de ambiente la acción, insuflar la atmósfera a las escenas, animar por dentro a los personajes.

Bien, también estábamos de acuerdo, a pesar de la diversidad, con el hecho de que los escritores no ganan dinero. Y es cierto que no lo hacemos por dinero, pero que si no lo hiciéramos, no sabríamos qué hacer.